La forma de hacer arquitectura debe cambiar, nuestras propuestas deben ser una respuesta a nuestra sociedad, a nuestros valores culturales y a nuestro ambiente.
Es momento de reinventar nuestra propia arquitectura, en Arte y Arquitectura nuestro punto de partida es el conocimiento ancestral.

Las técnicas constructivas tradicionales y el uso de materiales naturales es la inspiración para lograr una arquitectura
respetuosa del ambiente, que se integre a su entorno y que genere bienestar en las personas que la usan o habitan.

Además la cuenca del lago de Atitlán es un área ambientalmente frágil con algo grado de contaminación y declarada “Área protegida de reserva de uso múltiple la cuenca del lago de Atitlán” (Decreto No. 64-97),
por lo que nos obliga a realizar un instrumento ambiental como mínimo de categoría B2 para cada proyecto, además que, por el alto grado de contaminación del Lago de Atitlán
existe el Acuerdo Gubernativo 12-2011 “reglamento de descargas de aguas residuales en la cuenca del lago de Atitlán” todo esto es necesario para disminuir la contaminación,
puesta de manifiesto con el surgimiento de cianobacterias en la superficie de las aguas del lago de Atitlán.

Los profesionales de la construcción que nos desarrollamos en el área, debemos cumplir con nuestra normativa ambiental y demostrar que nuestras propuestas arquitectónicas son responsables con nuestro ambiente.